El país amaneció con una escenografía distinta a la habitual. En un clima de calles semi-vacías, las pocas personas que salen a trabajar se encontraron con los nuevos controles y dispositivos de seguridad en el marco del aislamiento obligatorio que anunció ayer a última hora el presidente Alberto Fernández, luego de definir la estricta medida junto a los gobernadores de todas las provincias.
En los sitios neurálgicos, como el centro de transbordo de Once, decenas de agentes de tránsito porteños realizaban controles para que la cuarentena obligatoria se cumpla a rajatabla. Con megáfono en mano y el armado de filas de espera para una mejor registro de los usuarios, los efectores exigen a los pasajeros las credenciales y comprobantes que acrediten su condición laboral que los habilite a circular.
De acuerdo a la cuarentena definida por Alberto Fernández, solo podrán transitar libremente aquellas personas que cumplan alguna de las 24 excepciones especificadas por la normativa. En general, se trata del personal afectado a servicios y actividades que son consideradas “esenciales”, como la salud, el abastecimiento de alimentos, los medicamentos, combustibles o personal diplomático, entre otros.
En la zona metropolitana, el transporte público cumplirá con sus cronogramas habituales pero con muchas menos frecuencias y con la restricción para que los usuarios viajen sentados en colectivos, trenes y subtes. Se trata de un esquema diferencial, que permitirá garantizar el traslado de médicos, fuerzas de seguridad y otras personas que no están alcanzadas por el aislamiento obligatorio dispuesto por Alberto Fernández.
En ese marco, el subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires mantiene también el recorrido limitado de formaciones que paran únicamente en las estaciones que son consideradas centro de transbordo -como las paradas Facultad de Medicina o Medrano- y las cabeceras. Los agentes de tránsito controlan el ingreso a las bocas de subte.
Por ser un servicio público, los conductores de taxis y de remises también circulaban desde temprano por las calles. Desde hoy, las autopistas porteñas ya no se cobra peaje a fin de facilitar el traslado de los trabajadores de servicios esenciales.
El ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, consideró que la cuarentena se “venía cumpliendo razonablemente”. “El aislamiento es la única salida y vamos a ser totalmente firmes para que se cumpla lo que dispuso el presidente”, señaló.
El vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, junto al secretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro, y el secretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Mendez, encabezó este viernes una conferencia de prensa en la que se explicó el dispositivo y el despliegue de las fuerzas de seguridad locales, junto al funcionamiento del transporte.
“El transporte ahora solo está para quienes se dedican a cuidarnos y abastecernos”, consideró Diego Santilli. Los funcionarios confirmaron que hay un “flujo menor” en la circulación de colectivos y subtes.
Por su lado, el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Sabina Frederic, encabezará una reunión por videollamada del comando unificado junto a las fuerzas policiales regionales, para coordinar los próximos operativos para el cumplimiento de la cuarentena, según pudo corroborar este medio.