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jueves, mayo 22, 2025
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Recorrida por la 48° edición de la Feria Internacional del Libro

Hasta el 13 de mayo se puede disfrutar en La Rural de la nueva edición de la Feria Internacional del Libro del Buenos Aires.

Desde stands con libros infantiles y didácticos pasando por libros de historia, política y filosofía; la feria del libro se asegura de que haya un poco para todos los gustos.

Este año, al ingresar, uno es recibido por una muestra fotográfica de Bioy Casares que expone varias imágenes que fue capturando a lo largo de su vida. Hay dos fotos que particularmente me han llamado la atención; una es del maestro Borges y otra del Parque Lezama que data de 1960. Al lado de la muestra fotográfica hay una exposición de dibujos inspirados en la vida y obra de Franz Kafka.

La caminata a través de la feria puede ser abrumadora en primera instancia. Digo esto por la variedad de propuestas e información que ofrecen los stands.

Los hay de carácter federal en donde las provincias promueven el turismo en sus pagos; también hay dedicados a la prevención/contención de personas con problemas de alcoholismo, de índole religiosa, stands donde se informa sobre cuestiones de género y diversidad sexual; en fin. Como mencioné antes. Hay contenido para todo el público.

Ir a la feria del libro es un buen plan para alguien que esté familiarizado con el hábito de leer. Porque sino, a pesar de la variedad de propuestas que allí se hallan, no va a encontrar algo que lo atrape.

En mi experiencia (esta es la segunda vez que voy; mi primer visita fue el año pasado) he visitado la feria en dos oportunidades con personas ajenas a la lectura y a ambas les pasó de no encontrar algo que llamara su atención.

Ellas se sintieron abrumadas con todo lo que allí se expone. Vimos, con ambas, la oferta de actividades que hay; que van desde charlas de autores, periodistas, académicos y demás personas afines a este mundo pero lo que no encontramos fue una propuesta para ellas, personas no familiarizadas con la lectura pero con ganas de iniciarse en esta actividad.

En eso estuvimos de acuerdo los tres. En la feria, al menos en mi experiencia, no encontramos espacios dedicados al incentivo de la lectura. Espacios en donde se informe sobre porqué es bueno el hábito de leer.

Creo que la finalidad de la feria, además de ser un bastión cultural, tendría que ser el de incentivar a las personas en la lectura. No toda la feria tiene que abogarse esta tarea educativa, no digo eso, pero sí al menos tener un espacio en donde se fomente a través de talleres la relación con los libros.

Solamente leyendo es la manera en la que nosotros nos garantizamos una buena salud cerebral. Los beneficios son múltiples; desde ralentizar el envejecimiento del cerebro, ayudar a prevenir la pérdida de memoria, tener un mayor bagaje lingüístico, mejorar la manera en la que nos comunicamos, etc.

Sabiendo esto, los invito a que se acerquen a la feria, tienen tiempo hasta el 13 de mayo, y busquen en la gran variedad de propuestas que tienen un libro que les llame la atención. Leer, como decía Borges, es una forma de felicidad.

Martín Benitez para La Noticia Sur

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Este año, al ingresar, uno es recibido por una muestra fotográfica de Bioy Casares que expone varias imágenes que fue capturando a lo largo de su vida. Hay dos fotos que particularmente me han llamado la atención; una es del maestro Borges y otra del Parque Lezama que data de 1960. Al lado de la muestra fotográfica hay una exposición de dibujos inspirados en la vida y obra de Franz Kafka.

La caminata a través de la feria puede ser abrumadora en primera instancia. Digo esto por la variedad de propuestas e información que ofrecen los stands.

Los hay de carácter federal en donde las provincias promueven el turismo en sus pagos; también hay dedicados a la prevención/contención de personas con problemas de alcoholismo, de índole religiosa, stands donde se informa sobre cuestiones de género y diversidad sexual; en fin. Como mencioné antes. Hay contenido para todo el público.

Ir a la feria del libro es un buen plan para alguien que esté familiarizado con el hábito de leer. Porque sino, a pesar de la variedad de propuestas que allí se hallan, no va a encontrar algo que lo atrape.

En mi experiencia (esta es la segunda vez que voy; mi primer visita fue el año pasado) he visitado la feria en dos oportunidades con personas ajenas a la lectura y a ambas les pasó de no encontrar algo que llamara su atención.

Ellas se sintieron abrumadas con todo lo que allí se expone. Vimos, con ambas, la oferta de actividades que hay; que van desde charlas de autores, periodistas, académicos y demás personas afines a este mundo pero lo que no encontramos fue una propuesta para ellas, personas no familiarizadas con la lectura pero con ganas de iniciarse en esta actividad.

En eso estuvimos de acuerdo los tres. En la feria, al menos en mi experiencia, no encontramos espacios dedicados al incentivo de la lectura. Espacios en donde se informe sobre porqué es bueno el hábito de leer.

Creo que la finalidad de la feria, además de ser un bastión cultural, tendría que ser el de incentivar a las personas en la lectura. No toda la feria tiene que abogarse esta tarea educativa, no digo eso, pero sí al menos tener un espacio en donde se fomente a través de talleres la relación con los libros.

Solamente leyendo es la manera en la que nosotros nos garantizamos una buena salud cerebral. Los beneficios son múltiples; desde ralentizar el envejecimiento del cerebro, ayudar a prevenir la pérdida de memoria, tener un mayor bagaje lingüístico, mejorar la manera en la que nos comunicamos, etc.

Sabiendo esto, los invito a que se acerquen a la feria, tienen tiempo hasta el 13 de mayo, y busquen en la gran variedad de propuestas que tienen un libro que les llame la atención. Leer, como decía Borges, es una forma de felicidad.

Martín Benitez para La Noticia Sur

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