El famoso escritor y periodista argentino fue, además de un excelente cronista, un aficionado por los inventos técnicos. Tan es así que en la década del 40 se propuso fabricar un insólito producto: medias irrompibles.
Arlt ya había trabajado en otros inventos, como el captador automático de estrellas fugaces o la máquina de escribir automática que funcionaba por dictado de voz, pero estos nunca prosperaron.
Sin embargo, en 1934 patentó una fórmula para fabricar unas medias femeninas que resistieran al uso cotidiano sin afectar su tela, y la registró como Sistema de Galvanización de Medias. Un año después intentó vender su invento en España pero la idea no funcionó. Sin darse por vencido, en su regreso a Buenos Aires se asoció con el actor Pascual Nacaratti para llevar adelante su proyecto. Nacaratti fue fundador del Teatro del Pueblo junto a Leónidas Barletta, para quien Arlt ya había escrito obras de teatro. Se dice que la idea del invento era recaudar fondos para construir otro teatro y así poder producir sus propias obras.
Al igual que Erdosain, el protagonista de su novela Los siete locos, que intenta doblar su destino con un invento llamado “rosas de cobre”, Arlt siguió obstinado en triunfar con su idea. En 1941 instaló su taller en Lanús y creó la sociedad ARNA (Arlt-Nacaratti) destinada a la confección de medias reforzadas con caucho. El inmueble, que hoy se conserva intacto, estaba ubicado en la calle Tucumán al 2433, frente a la plaza Villa Obrera, en el barrio homónimo. Allí experimentaban con diversos tipos de goma y látex que volcaban sobre piernas de maniquíes.
En enero de 1942 escribió una carta a su hija Mirta en la que hacía alusión a su invento: “Te mando aquí un pedazo arrancado de una media tratada con mi procedimiento. Te darás cuenta que sacándole el brillo a la goma […] el asunto es perfecto. Tendrán que usar mis medias en invierno. No hay disyuntivas.”
El municipio de Lanús celebró en 2014 una jornada de conmemoración de Arlt en la que se recordó su paso por esa localidad. La iniciativa además coincidió con la semana de su nacimiento. El encuentro se realizó en la mencionada plaza y contó con varias actividades además de la lectura de textos del autor y la entrega de ejemplares del libro Arlt en Lanús. En la fachada del edificio de Tucumán 2433, donde tuvo lugar esta odisea de Arlt, se colocó una placa recordatoria.
Maximiliano Lizarraga – Para La Noticia Sur